La cruzada de la UFRO para impulsar el empleo de los profesionales con doctorados en el mundo privado

La búsqueda de mayores grados de especialización entre los estudiantes y trabajadores en Chile es un fenómeno que en los últimos años ha ido al alza. De hecho, el número de egresados con grado doctor en el país ha ido en aumento de forma constante, pasando de cerca de 200 graduados a más de 1.200 cada año. 

De acuerdo a datos del Ministerio de Ciencias, que se remontan a mayo de 2021, en el país hay 18.352 personas con grado de doctor. 

Sin embargo, cerca del 85% de esas personas se inserta laboralmente en la academia y solo un 7% ingresa al sector privado -y, además, un 4,4% está desempleado o inactivo-, una situación que contrasta con el escenario de, por ejemplo, la Unión Europea, donde la inserción en la industria alcanza un 54%.

Por este motivo el pasado 3 de agosto, en el marco del encuentro de vicerrectores y vicerrectoras de Investigación y Postgrado del Consorcio de Universidades del Estado (Cuech), se reunieron en la Universidad de La Frontera, en Pucón, representantes de 18 entidades del Estado para abordar fórmulas conjuntas para potenciar la empleabilidad de las personas con doctorados, con la finalidad de fortalecer el vínculo con el mundo empresarial.

Según relata el vicerrector de investigación y postgrado de la Universidad de La Frontera, Rodrigo Navia, si el país quiere desarrollar su economía “debemos llevar conocimiento avanzado al mundo privado, generando innovaciones locales y globales, pero también al sector público, con mejores políticas públicas para el país”.

Desde la perspectiva de Navia, que fue quién organizó la actividad, son diversos los factores que explican que la mayoría de doctores y doctoras se siga empleando en universidades o centros de investigación.

Así, dentro de ellos se puede identificar que el diseño de programas de corte académico puede tener una demanda menor en el sector público y privado, lo cual impulsa a los profesionales con grado de doctor a buscar oportunidades laborales dentro de las universidades. 

“Vemos que la industria necesita generar un mayor valor agregado, y eso se debería basar en el conocimiento, por lo tanto, es una cadena sinérgica que debemos promover desde la academia en conjunto con el sector privado”, plantea Navia.

¿Y en el sector público? desde su perspectiva, el empleo de doctores y doctoras en este sector debiera propiciar mejoras en el ámbito de políticas públicas sectoriales como ciencias, medioambiente, pesca, minería, entre otras.

Dos ejes de acción se identificaron para incorporar más doctores.

Las propuestas

En la jornada, se plantearon diversas propuestas, las que se agruparon en dos grandes ejes.

En el primer eje, denominado “Diseño curricular y perfil de egreso en los programas de doctorado”, se plantea, por ejemplo, impulsar la creación de doctorados diferenciados en sus perfiles, como ocurre  actualmente con los programas de magíster. Es decir: doctorados académicos, mixtos y profesionales.

También se plantea impulsar la generación de doctorados temáticos, que respondan a las necesidades estratégicas de un territorio específico o a problemáticas complejas del mismo. 

Los expertos también sugirieron diseñar los perfiles de egreso de los doctorados basado a consultas a los sectores industrial y público, considerando sus necesidades. En ese mismo marco, impulsar acciones que permitan crear conciencia en las empresas y el sector público respecto a los aportes que los doctores pueden hacer en su sector. 

También se recomendó incentivar la colaboración entre universidades para generar programas consorciados, que permitan aglutinar las diferentes capacidades de cada institución para abordar distintas temáticas; y establecer incentivos por parte del Estado para que las  tesis de grado de los doctorados se desarrollen en la industria y en el sector público.

En el segundo eje, “Incentivo a la inserción y estrategias colaborativas con el mundo público y privado distinto a la academia”, se planteó generar puentes comunicantes. 

¿Qué significa esto? Planificar acciones que permitan una mayor articulación con la empresa y el sector público de tal manera que se genere confianza con las universidades. Espacios de coworking, parques tecnológicos, comunicación directa, reuniones gerenciales. 

Lo anterior contempla impulsar la creación de unidades o empresas intermediarias que conecten a las universidades con la industria y el sector público, que exploren necesidades y oportunidades de vinculación.

Otro camino es generar instrumentos estatales que incentiven el desarrollo de programas conjuntos entre universidades e industria y sector público. Y, además, reformular la Ley de Donaciones para que las universidades -a través de un mecanismo de transparencia- puedan recibir esas donaciones destinadas a desarrollar programas de doctorado que se focalicen en responder a las necesidades de la industria y el sector público en los territorios regionales y del país, entre otras propuestas.

“Por ahora, tras esta reunión de los vicerrectores de Investigación y postgrado del Cuech estamos elaborando un documento base para socializarlo con el Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación (CTCI). Esperamos y contemplamos desde ahí llegar a otros ministerios sectoriales, pero es fundamental discutir este documento primero con el Ministerio de CTCI y así ir avanzado en soluciones conjuntas”, plantea Navia.